3 de julio de 2017

Decálogo del buen músico cofrade

Viendo los tiempos que vivimos y los tiempos que vive la música cofrade, tan alejada de sus principios y de su esencia al calor de la fama, la notoriedad, los likes, retuits, visitas y seguidores. ¿Por qué no proponer este decálogo para que, sin perder todo lo que se ha evolucionado para bien, volver a aquella esencia del buen músico cofrade de antes?


Decálogo del buen músico cofrade

-Ve a los ensayos e intenta aportar en todo lo que puedas.
No te fijes en quienes no lo hacen ni hagas lo mismo que ellos porque entonces te estarás poniendo a su misma altura y nunca lograréis nada. Tampoco pienses tan a la ligera que otras bandas, especialmente las grandes, son diferentes a la tuya: una banda grande no ha llegado hasta ahí de casualidad sino, precisamente, con años de esfuerzo y de trabajo, hasta la banda más grande empezó desde abajo. Nada se logra sin esfuerzo.

-No te quejes, opina.
Si crees que algo no se está haciendo bien en tu banda háblalo con la directiva, pero nunca critiques por la espalda pues solo lograrás crear mal ambiente y envenenar al resto haciendo que las cosas vayan peor. Habrá veces en las que te sorprenda que no todo es como lo parece y ahorrarás frustraciones innecesarias por malentendidos. Si aun así la cosas de verdad no se están haciendo bien y la directiva se niega a mejorar, igualmente no te quejes, actúa, pero siempre pensando en el bien de la banda.

-Antes de criticar el trabajo de los demás piensa si cualquier otro o tú mismo podríais hacerlo mejor.
Si no es así, deja trabajar a quienes mejor lo sepan hacer o de lo contrario no estarás sino remando en contra de los intereses de tu banda.

-Sé realista con tus aspiraciones o las de tu propia banda.
Es bueno intentar superarse para crecer, pero también hay que pensar que lo que no se puede, no se puede, pues tú y tu banda tenéis unas limitaciones. Por ejemplo: si estás empezando a tocar, no pretendas tocar bien en dos días. Si a nivel musical todavía no estás preparado, no pretendas que te suban de voz aunque lleves muchos años tocando. O si tu banda no tiene nivel suficiente, no pretendáis montar la última marcha de moda de una banda grande que sí lo requiera. Los resultados por no ser realistas pueden ser desastrosos.

-Una banda es un grupo, y su calidad debe residir en el grupo.
No pienses, ni consientas que alguien piense, que dentro de una banda hay categorías o clases, evita los endiosamientos y los egos que solo traen problemas y generan conflictos. Nadie es imprescindible pero todos son importantes: un bombo es igual de importante que el solista pues sin bombo no se marcaría el ritmo, un director debe ejercer su liderazgo pero sin músicos a los que dirigir no es nadie y una directiva podrá lograr todo lo que quiera y lucir los galones que quiera que sin un grupo detrás que trabaje no lo podría conseguir. Simplemente recuerda esto: si la banda funcionaba antes de que tú y/o ellos estuvieran, ¿por qué crees que no va a seguir funcionando?

-No traslades lo personal a la banda.
Por ejemplo si algún compañero no te cae bien, sea cual sea el motivo, no lo airees ni dejes que interfiera en la convivencia del grupo, o si tú tienes conflictos con otras personas o grupos de personas fuera de la banda, que estos no se trasladen a ella también. En una banda se está para tocar, para hacer música y, aunque el compañerismo sea también importante, más lo es propiciar un buen ambiente. Prohibido por supuesto hacer "conjuras" con otros para quitarse de en medio a quien os sobre solo por caprichos personales, con esa conducta solo lograrás dos cosas: que tu banda pierda a músicos que a lo mejor están aportando mucho y que tu banda adquiera fama de tener mal ambiente, con la consecuente posible pérdida de posibles componentes o hasta contrataciones.

-Si piensas dejar tu banda, especialmente si es para irte a una más "grande" que la tuya, asegúrate que lo haces con una motivación seria.
De lo contrario piensa, ¿por qué eres músico cofrade? Si lo eres por Fe, el Cristo/Virgen que acompañe una banda grande representa al mismo Cristo/Virgen de tu pueblo. Si lo eres por hobbie, ¿qué más te da practicar tu hobbie en un sitio o en otro? Si por el contrario lo que quieres lograr es notoriedad y fama, y por eso te quieres ir, replantéate si de verdad te puedes considerar músico cofrade.

-Respeta siempre cualquier compromiso al que acuda tu banda.
Habiendo siempre un contrato de por medio, sea en una pequeña aldea como en una capital, sea una Hermandad centenaria con pasos dorados como una joven con pasos provisionales, el contrato supone una relación formal y seria y, por tanto, merece el mismo tratamiento.

-Del mismo modo que debes respetar, hazte respetar a ti mismo, a tu trabajo y el de tu banda.
No apoyes que se toque gratis o por menos valor del que corresponda, no juegues sucio con otros compañeros músicos que trabajan lo mismo que vosotros, evita ridículas guerras por foros y redes sociales que no llevan a nada más que a dañar la imagen del músico cofrade. Si como músicos cofrades y entre músicos cofrades no se dais a valer ni hay respeto, ¿cómo se puede esperar que una Hermandad sí os vaya a dar ese trato?

-Y quizás lo más importante de todo: nunca estés donde no quieras estar.
Trabajar por tu banda está bien y todo lo anterior dicho es importante, pero lo principal es sentirse bien con uno mismo como persona. Si la banda donde estás te supone un refuerzo negativo en tu vida, si no estás disfrutando, si no sientes la empatía de tus compañeros y el ambiente se te hace insoportable, si estar allí te supone disgustos mas grandes que las satisfacciones o incluso si estás sintiendo que ello afecta a tu salud psicológica, emocional y hasta física, tal vez sea hora de dejarlo. Una retirada a tiempo a veces es mejor que una victoria y ahí no se acaba el mundo: en ocasiones pierde más quien no hizo nada por ti a cambio de lo que tú hayas dado por ellos.

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